“La libertad siempre tiene un precio.”
Hay libros que nos sacuden, que nos impresionan por su poderoso contenido, pero sobre todo por su verdad, y ese es el caso de Persepolis de Marjane Satrapi. Por medio de ilustraciones a blanco y negro y con un lenguaje fácil y directo de entender, esta novela grafica nos abre las puertas a una autobiografía marcada por una revolución, guerra y exilio, y hasta por la búsqueda de la identidad y algo que se mantiene muy presente es la lucha que tiene la autora por una resistencia intima que se niega a desaparecer.
El libro nos presenta a una niña en medio del caos. Marjane tenía 10 años cuando el régimen islámico llego al poder de Irán y de pronto esa infancia que conocía se acabó, ya que empezaron a tener muchas prohibiciones, en especial con las mujeres, como por ejemplo el uso del velo, la separación de géneros en la escuela, la censura y el miedo, pero incluso en un ambiente tan hostil Persepolis no es un libro de queja, es el valiente testimonio de una niña que a pesar de las circunstancias mantiene conserva su toque de humor, rebeldía y valentía.
Algo que me ha parecido profundamente conmovedor, es que nunca se pierde su voz infantil, incluso cuando se narran momentos muy impactantes, como familiares que desaparecen por manos del gobierno, amigos que mueren por bombardeos, y al mismo tiempo nos cuenta su deseo de ser profeta, como quería ser como Bruce Lee, y como discutía de política con sus padres desde muy pequeña.
Visualmente, persepolis es simple pero profundamente poderosa, las ilustraciones sin color resaltan la dureza del relato, pero también permite que el lector pueda apreciar mejor las emociones del momento, los gestos y los símbolos, algo que tomo como una profunda honestidad. El estilo grafico acompaña el crecimiento de Marjane desde una inocencia hasta el momento de su exilio, y como cuando llega a Europa, sufre la discriminación, y como compara su vida con oriente y occidente sintiendo que no pertenece a ningún lugar. Es una lucha silenciosa por intentar mantenerse siendo ella misma.
Un aspecto muy importante es que la novela es contada por una mujer, mostrando su experiencia personal, donde el cuerpo y la voz femenina han sido objeto de control. Sin victimizarse Satrapi nos muestra como se vive la opresión desde dentro, pero también como hay una resistencia. Es por tal que siempre vemos como dice lo que piensa y alza su voz, en un valiente acto de resistencia.
Esta es una novela grafica que amaras, se podría considerar un puente entre las generaciones, entre el pasado y el presente, nos demuestra que la historia no es algo que podamos cambiar, pero si como la podemos contar. Es también un acto de memoria, leerlo es escuchar una voz que se negó a ser silenciada.